Col y peonías

Estamos a principios de julio y todavía se encuentran peonías en las floristerías.
Es una flor tan bonita que apenas  requiere arreglo para hacer un centro, pero sí podemos tener en cuenta algunas indicaciones.
Como la flor en sí pesa, es conveniente tener alguna ayuda para que se sostenga en el centro y, sobre todo, para que los tallos no pierdan contacto con el agua. Una buena opción es la malla de gallinero, que puede malearse en la forma que nos interese con la ayuda de unos guantes de jardinería, para evitar pinchazos. Podemos comprarla en tiendas de ferretería.
Para este centro, hemos escogido un recipiente bajo de cerámica en forma de col -de ahí el título del post- que mi madre me regaló. Le damos forma redonda a la malla de gallinero y la colocamos dentro del recipiente.


Cortamos las cinco peonías a la misma altura, y reservamos los tallos sobrantes con sus hojas, que hemos ido recortando aprovechando la "y" que forman con el tallo central.


Añadimos agua en el recipiente a 3/4 de su capacidad, y seguidamente colocamos las peonías insertando el tallo por entre la malla, de forma que reposen  sobre el cuello del recipiente.
Como las peonías no consiguen abarcar todo el espacio disponible, cubrimos los huecos con las propias hojas de la flor, intentando dar al arreglo una forma circular.
Hemos conseguido una bonita composición ideal para decorar la mesa, pues al ser baja, permite el contacto visual entre los invitados.

Esta es su imagen recién hecha:


A las 24 horas las flores se hallan más abiertas:


A las 48 horas el centro gana en volumen y todavía mantiene la forma circular, aunque con cierto pequeño "desorden":


Como se observa, recién hecho el centro es precioso, pero también podemos prepararlo con antelación pues a los dos días todavía conserva una bonita forma y color.

Comentarios

Entradas populares